La gran baza de un texto es que las imágenes se forman en el cerebro * Una entrevista a Sergi Puertas
Esta es la entrevista que más me ha costado enfocar... ahora mismo, mientras hago la introducción, me cuesta intentar plasmar a quién vas a entrar a leer... Porque yo lo leo hace mucho... Entonces como no sé bien por dónde arrancar, decidí servirme una birra y poner Pearl jam para escribir acerca del primer escritor que he encontrado en este mundo de internet y que he seguido a través de los años hasta hoy... Y eso no es algo tan usual como suena.
Sergi Puertas es uno de los que me han inspirado a encontrar mi estilo como escritor cuando no sabía bien hacia donde salir corriendo. Porque sus textos son reales y de un tinte verídico pero sin carencia de calidad. Nunca ha escondido su pluma a la hora de volcar escenarios de fantasía hiriente y que suelen generar reacciones caóticas en las mentes de los editores... Y eso te indica que estás frente a un tipo que sabe que el mundo es una cosa distinta a la que nos han querido enseñar... Hace muy poco ha salido a la calle su libro de relatos Estabulario (Impedimenta, 2017) y tiene un punto que me ha dado la certeza de que se mantiene como alguien original y auténtico en un ámbito donde quedar bien es lo primero... En estas letras que vienen a continuación vas a encontrar una mezcla de referencias a lo que yo considero es una literatura actual y necesaria, que se conjuga con lo que pocos saben como conseguir: lo verdadero y lo ficticio.
A los escritores les recomiendo presten atención a los "tips" que deja acerca de su manera de trabajar, porque son brillantes y lúcidos... A los lectores los insto a que vayan a buscar sus poemas, porque la realidad, si ya lo sospechan, está confeccionada de breves momentos de sarcasmo y, sobre todo, de corazón y alma, y de no rendirse ante lo cotidiano... Miles de gracias, Sergi Puertas, de nuevo, por prestarnos tu tiempo para dejarnos con estas letras.
Maculat — “Estabulario” es una colección mordaz que, la verdad, me sorprende haya salido luego de libros de poesía y varias novelas... ¿Fue decisión personal, de las historias, evolución del escritor?
Sergi Puertas — La idea nace cuando me proponen escribir un guión de ciencia-ficción y a partir de ahí descubro casi por accidente que no sólo puedo inventarme el mundo sino que eso es precisamente lo que quiero hacer. Me quito de encima la realidad como quien se arranca una camisa de fuerza y de ahí sale un loco furioso, y eso es un poco Estabulario, futurismo chungo y demencia y yo ahí haciendo el cabra y probando cosas nuevas a ver qué sale. Estaba tan sobrepasado por las posibilidades que se abrían que no puede plantearme una novela, por eso escribí cuentos, porque además me interesa mucho el cuento largo como formato. En muchos sentidos me gusta pensar en que ha habido una reinvención aunque no sea más que una evolución, porque los personajes horribles, las situaciones incómodas, el catastrofismo y muchos de mis antiguos tics siguen ahí bien presentes.
Maculat —¿Cómo nace en tu cabeza toda esa parafernalia de Estabulario? y ¿cómo te plateaste el proyecto? Porque esa literatura, la del absurdo o marcianada, es muy compleja a la hora de llevarla al papel.
Sergi Puertas — Ya te digo. Básicamente me he dado cuenta de que a la hora de explicar nuestras historias, la mayoría de escritores tendemos a meter un montón de información irrelevante: caracterización de personajes, descripción de escenarios, frases ampulosas que pasen por subrayables que venga bla bla bla. La excusa es ganar en verosimilitud y enriquecer el texto, y a lo mejor hasta nos lo creemos, pero yo creo que lo que estamos haciendo en realidad es vender la moto. Adornarla a saco para convencernos y de paso convencer a los demás de que la moto mola, de que la moto funciona de puta madre. El caso es que corren por ahí un montón de motos que brillan que lo flipas pero que ni siquiera tienen motor. Si la moto mola, si la moto funciona de veras, lo suyo es sacarle
una foto y listo. Con esto quiero decir que hay ahí un ejercicio de síntesis muy consciente, que he ido quitando accesorios hasta que prácticamente no han quedado más que los diálogos y la acción, y a partir de ahí las conclusiones sobre los personajes y sobre todo lo demás las sacas tú. Ese estilo genera un libro un tono un tanto marciano porque apenas hay asideros, tienes que poner de tu parte, esa era la idea. Y me ha costado, joder si me ha costado, pero esa es la literatura que me interesa explorar. Imágenes en alta resolución ya las tenemos en internet y en la tele y en el cine, la gran baza de un texto es que las imágenes se forman en el cerebro y son distintas para cada lector, y ahí cuanta menos información aportes, mejor, porque así das pie a que cada cual tenga sus propias alucinaciones, coartas lo menos posible con tu puto rollo. Supongo que en los relatos en primera persona introduzco información que seguramente es prescindible, pero lo hago para poner de relieve la neurosis y la psicosis de mis narradores, porque nada me interesa más que la locura y el mal y para eso necesito energúmenos.
Maculat —¿En qué proyecto estás trabajando ahora? ¿Llegará tal vez la tercera novela que cierre Subnormal y Mindundi?
Sergi Puertas — Con eso tengo un drama en marcha porque las dos editoriales que en su momento me daban cancha quebraron casi simultáneamente y esa tercera novela se ha tirado más de diez años en un cajón. Y ahora que hay editores tanteándome y preguntándome si no tendré algo guardado, no estoy seguro de que me apetezca sacarla, porque no se parece en nada a lo que me apetece hacer, no sé si me veo defendiéndola. Así que veremos qué hago con ella. Por lo demás, estoy trabajando paralelamente en varios libros que tal vez nadie quiera publicar hasta dentro de diez años, y para entonces yo ya estaré en otra cosa y no querré que los publiquen ni a punta de pistola, y así una y otra vez hasta que un cáncer se me lleve. En este oficio todo va a destiempo, qué puedo decir. Es un desastre pero es lo que hay.
Maculat —¿Cómo compaginás la música dentro de tu campo creativo de escritor? ¿Son similares? Te lo pregunto porque muchos músicos (con letras muy buenas) niegan ser escritores, se definen como músicos.
Sergi Puertas — Cuando escribo me aplico con el máximo rigor, mientras que cuando compongo y toco música nunca me molesto en pensar si lo que estoy haciendo tiene un valor, si está funcionando, etcétera. Podríamos decir que la música mi patio de recreo cuando salgo de la literatura, de modo que en mi caso ambos se complementan.
Maculat —Dijiste en una entrevista (o similar) que la palabra más peligrosa es “Líder”: ¿qué libro te parece lee un líder nato?
Sergi Puertas — Apuesto a que los líderes no leen porque están demasiado ocupados escuchándose a sí mismos. Como todos los ciudadanos primermundistas del planeta, en fin.
Maculat —¿Qué tan difícil es ser Sergi Puertas escritor (el persona seguro que es un quilombo) con su estilo frontal, ácido, sarcástico y lleno de mensaje?
Sergi Puertas — Hay veces en las que fluye suave y otras en las que toca esforzarse mucho y sentirse un impostor y una rata. Como en la vida misma.
Maculat —¿Cómo nace, se origina, se mantiene tu página de Bukowski? ¿No te han amenazado con porquerías de derechos y todo eso? Es irónico que seas poco cuidadoso con las redes sociales (según palabras tuyas) y esa web siga y nos dé tanto a tantas personas de todo el mundo.
Sergi Puertas — Dice mi amigo Rubén Lardín que en los noventa internet era un gran fanzine y estoy completamente de acuerdo, así que supongo que la página de Bukowski fue mi aportación. Veintipico años después sigo encontrándome gente que me la menta y vuelvo a alegrarme de haberla hecho. En su momento incluso salió reseñada en varios periódicos y revistas de gran tirada y nunca he recibido amenazas legales, o sea que por ese lado bien también.
(Esta web fue mi primer contacto con la idea de Sergi Puertas... y siempre se me ocurrió que sólo una persona que sintiera profundamente algo por Bukowski sería capaz de llevar a cabo tamaño trabajo. Y digo "algo" porque dejo en sus letras la expresión de un escritor que ha marcado a fuego a muchas almas... Y te estoy hablando de una época donde Facebook estaba más cerca de Gran Hermano que de otra cosa... Bueno, eso puede que no haya cambiado hoy... en fin. N.d,r.)
Maculat —Un periodista retirado de cultura internacional, en Argentina, me dijo que sólo se apenaba de no haber insistido en conseguir una entrevista con Bukowski, porque la ferocidad de sus poemas lo mantenían vivo y con esperanza en este campo... ¿Qué opinión te merece?
Sergi Puertas — Bukowski fue el tipo que hace casi treinta años vino a explicarle al chaval que era yo por aquel entonces que no estaba loco, que lo que sucedía en realidad es que todo cuanto le habían enseñado sobre el trabajo, sobre la gente, sobre la familia y en definitiva sobre la vida era desinformación en estado puro, todo putas mentiras. Lo mismo decían el punk y los beatniks y los cómics underground y otros novelistas a los que leí por aquella época, pero nadie de forma tan contundente ni tan convincente, ni con tanta lucidez, ni con tanta poética. Bukowski es para mí un escritor fuera de serie, pero sobre todo un lúcido, un filósofo, un sabio. En un mundo ideal figuraría en el listado de lecturas recomendadas de las escuelas porque su discurso nunca perderá vigencia, pero el mundo ya sabemos cómo funciona porque Bukowski nos lo contó. Ya no le menciono mucho ni pienso demasiado en él porque ha llovido muchísimo y desde entonces me han interesado otras mil cosas, pero yo con Bukowski tengo una deuda enorme, Bukowski es un monstruo y en cierto modo fue mi tutor.
Maculat —No sé por qué más de una vez te imaginaba leyendo a Michel Houellebecq, ¿puede ser? Si es no, la pregunta la omitimos, y si es sí, ¿cuál es tu opinión acerca de este francés?
Sergi Puertas — De Houellebecq sólo he leído Ampliación del campo de batalla, Sumisión y Plataforma, así que tampoco puede decir que sea superfan, pero Houellebecq está muy bien, Houellebecq mola. Los tres me parecieron libros interesantes y siento simpatía tanto por la obra como por el personaje, así que cualquier día me pongo con otro.
Maculat —¿Cómo andás con la poesía? ¿Algo que vea la luz pronto?
Sergi Puertas — Hace literalmente décadas que no la escribo motu proprio, y las últimas veces que me pidieron poemas para antologías no me sentí demasiado cómodo con el formato, fue todo como muy poco espontáneo. Quién sabe si algún día volverá a darme por ahí, pero ahora mismo no me veo.
Maculat —El relato de “Crónica sentimental de la persona drogada” (Publicado en la web La Charca literaria) me dejó pensando en cómo las redes nos han jodido, a algunos, en una medida casi similar a lo que nos ha beneficiado... lo digo, por ejemplo, por la libertad de poner un blog y colgar lo que quieras y compartirlo... y por haber alienado al cuadrado a gente que ya venía medio jodida de fábrica...
Sergi Puertas — Mira, yo cada año me largo de España durante un mes y medio y durante ese período desconecto completamente de internet y noto cómo mi mente se ensancha y todo gana en claridad. Devoro libros como cuando tenía quince años, los pensamientos y las ideas fluyen de manera bárbara, todo cobra un aire distinto, gana en intensidad. Luego regreso a Barcelona, me precipito hacia el ordenador y es como si todo se empantanara y se ralentizara y se emporcara. Toda esa actualidad te jode viva la mente, es una sensación casi física, y te aseguro que no es porque las vacaciones hayan terminado, porque a menudo el trabajo no llega hasta semanas después. Algo clave pasa ahí y es algo que no me gusta. Conectarse se ha convertido en una obligación por temas laborales y sociales, pero lo dramático es que estoy seguro de que aunque no fuera así seguiría pasando demasiado tiempo en la red, seguiría tirando mil horas a la basura. El hábito está afianzado a nivel hardware, incluso mientras estoy desconectado y triscando feliz por algún rincón de Asia hay una parte de mí que se muere de ganas de volver a revolcarse en la mierda, que ve una conexión wifi y saliva como un perro. Mi salud mental y mi vida empeoran objetivamente cada vez que me someto a internet, pero sigo mordiendo el cebo, sigo atrapado en el bucle. Yo veo ahí un cuadro patológico como una catedral y eso que nunca he tenido Smartphone, eso que me basta con salir a la calle para liberarme de la peste. Porque en la calle es donde ves cómo se nos ha ido todo de las manos, con toda esa gente con la mirada fija en la pantallita mientras espera en el semáforo. Claro que internet nos da mucho, claro que internet es una invento maravilloso. Pero de eso ya habla todo el mundo, yo quiero hablar de lo otro. Yo siempre quiero hablar de lo otro, a mí lo de siempre me pone enfermo.
Maculat —Última: ¿Quién es Sergi Puertas?
Sergi Puertas — Eso quisiera saber yo, porque a eso vinimos ¿no? Qué sé yo, sigo juntando piezas pero conclusiones las justas.
Texto por Sebas Abdala
—A la hora de la producción de esta entrevista, surfeando en internet, he encontrado tantos trabajos dispersos acerca de este hombre, entrevistas, poemas, relatos, audios... por eso, cada vez que aparece su nombre, podés acceder a distintos sitios donde hay trabajos suyos (espero que él sepa que están ahí)—
Sergi Puertas es uno de los que me han inspirado a encontrar mi estilo como escritor cuando no sabía bien hacia donde salir corriendo. Porque sus textos son reales y de un tinte verídico pero sin carencia de calidad. Nunca ha escondido su pluma a la hora de volcar escenarios de fantasía hiriente y que suelen generar reacciones caóticas en las mentes de los editores... Y eso te indica que estás frente a un tipo que sabe que el mundo es una cosa distinta a la que nos han querido enseñar... Hace muy poco ha salido a la calle su libro de relatos Estabulario (Impedimenta, 2017) y tiene un punto que me ha dado la certeza de que se mantiene como alguien original y auténtico en un ámbito donde quedar bien es lo primero... En estas letras que vienen a continuación vas a encontrar una mezcla de referencias a lo que yo considero es una literatura actual y necesaria, que se conjuga con lo que pocos saben como conseguir: lo verdadero y lo ficticio.
A los escritores les recomiendo presten atención a los "tips" que deja acerca de su manera de trabajar, porque son brillantes y lúcidos... A los lectores los insto a que vayan a buscar sus poemas, porque la realidad, si ya lo sospechan, está confeccionada de breves momentos de sarcasmo y, sobre todo, de corazón y alma, y de no rendirse ante lo cotidiano... Miles de gracias, Sergi Puertas, de nuevo, por prestarnos tu tiempo para dejarnos con estas letras.
Maculat — “Estabulario” es una colección mordaz que, la verdad, me sorprende haya salido luego de libros de poesía y varias novelas... ¿Fue decisión personal, de las historias, evolución del escritor?
Sergi Puertas — La idea nace cuando me proponen escribir un guión de ciencia-ficción y a partir de ahí descubro casi por accidente que no sólo puedo inventarme el mundo sino que eso es precisamente lo que quiero hacer. Me quito de encima la realidad como quien se arranca una camisa de fuerza y de ahí sale un loco furioso, y eso es un poco Estabulario, futurismo chungo y demencia y yo ahí haciendo el cabra y probando cosas nuevas a ver qué sale. Estaba tan sobrepasado por las posibilidades que se abrían que no puede plantearme una novela, por eso escribí cuentos, porque además me interesa mucho el cuento largo como formato. En muchos sentidos me gusta pensar en que ha habido una reinvención aunque no sea más que una evolución, porque los personajes horribles, las situaciones incómodas, el catastrofismo y muchos de mis antiguos tics siguen ahí bien presentes.
Maculat —¿Cómo nace en tu cabeza toda esa parafernalia de Estabulario? y ¿cómo te plateaste el proyecto? Porque esa literatura, la del absurdo o marcianada, es muy compleja a la hora de llevarla al papel.
Sergi Puertas — Ya te digo. Básicamente me he dado cuenta de que a la hora de explicar nuestras historias, la mayoría de escritores tendemos a meter un montón de información irrelevante: caracterización de personajes, descripción de escenarios, frases ampulosas que pasen por subrayables que venga bla bla bla. La excusa es ganar en verosimilitud y enriquecer el texto, y a lo mejor hasta nos lo creemos, pero yo creo que lo que estamos haciendo en realidad es vender la moto. Adornarla a saco para convencernos y de paso convencer a los demás de que la moto mola, de que la moto funciona de puta madre. El caso es que corren por ahí un montón de motos que brillan que lo flipas pero que ni siquiera tienen motor. Si la moto mola, si la moto funciona de veras, lo suyo es sacarle
una foto y listo. Con esto quiero decir que hay ahí un ejercicio de síntesis muy consciente, que he ido quitando accesorios hasta que prácticamente no han quedado más que los diálogos y la acción, y a partir de ahí las conclusiones sobre los personajes y sobre todo lo demás las sacas tú. Ese estilo genera un libro un tono un tanto marciano porque apenas hay asideros, tienes que poner de tu parte, esa era la idea. Y me ha costado, joder si me ha costado, pero esa es la literatura que me interesa explorar. Imágenes en alta resolución ya las tenemos en internet y en la tele y en el cine, la gran baza de un texto es que las imágenes se forman en el cerebro y son distintas para cada lector, y ahí cuanta menos información aportes, mejor, porque así das pie a que cada cual tenga sus propias alucinaciones, coartas lo menos posible con tu puto rollo. Supongo que en los relatos en primera persona introduzco información que seguramente es prescindible, pero lo hago para poner de relieve la neurosis y la psicosis de mis narradores, porque nada me interesa más que la locura y el mal y para eso necesito energúmenos.
Maculat —¿En qué proyecto estás trabajando ahora? ¿Llegará tal vez la tercera novela que cierre Subnormal y Mindundi?
Sergi Puertas — Con eso tengo un drama en marcha porque las dos editoriales que en su momento me daban cancha quebraron casi simultáneamente y esa tercera novela se ha tirado más de diez años en un cajón. Y ahora que hay editores tanteándome y preguntándome si no tendré algo guardado, no estoy seguro de que me apetezca sacarla, porque no se parece en nada a lo que me apetece hacer, no sé si me veo defendiéndola. Así que veremos qué hago con ella. Por lo demás, estoy trabajando paralelamente en varios libros que tal vez nadie quiera publicar hasta dentro de diez años, y para entonces yo ya estaré en otra cosa y no querré que los publiquen ni a punta de pistola, y así una y otra vez hasta que un cáncer se me lleve. En este oficio todo va a destiempo, qué puedo decir. Es un desastre pero es lo que hay.
Maculat —¿Cómo compaginás la música dentro de tu campo creativo de escritor? ¿Son similares? Te lo pregunto porque muchos músicos (con letras muy buenas) niegan ser escritores, se definen como músicos.
Sergi Puertas — Cuando escribo me aplico con el máximo rigor, mientras que cuando compongo y toco música nunca me molesto en pensar si lo que estoy haciendo tiene un valor, si está funcionando, etcétera. Podríamos decir que la música mi patio de recreo cuando salgo de la literatura, de modo que en mi caso ambos se complementan.
Maculat —Dijiste en una entrevista (o similar) que la palabra más peligrosa es “Líder”: ¿qué libro te parece lee un líder nato?
Sergi Puertas — Apuesto a que los líderes no leen porque están demasiado ocupados escuchándose a sí mismos. Como todos los ciudadanos primermundistas del planeta, en fin.
Maculat —¿Qué tan difícil es ser Sergi Puertas escritor (el persona seguro que es un quilombo) con su estilo frontal, ácido, sarcástico y lleno de mensaje?
Sergi Puertas — Hay veces en las que fluye suave y otras en las que toca esforzarse mucho y sentirse un impostor y una rata. Como en la vida misma.
Maculat —¿Cómo nace, se origina, se mantiene tu página de Bukowski? ¿No te han amenazado con porquerías de derechos y todo eso? Es irónico que seas poco cuidadoso con las redes sociales (según palabras tuyas) y esa web siga y nos dé tanto a tantas personas de todo el mundo.
Sergi Puertas — Dice mi amigo Rubén Lardín que en los noventa internet era un gran fanzine y estoy completamente de acuerdo, así que supongo que la página de Bukowski fue mi aportación. Veintipico años después sigo encontrándome gente que me la menta y vuelvo a alegrarme de haberla hecho. En su momento incluso salió reseñada en varios periódicos y revistas de gran tirada y nunca he recibido amenazas legales, o sea que por ese lado bien también.
(Esta web fue mi primer contacto con la idea de Sergi Puertas... y siempre se me ocurrió que sólo una persona que sintiera profundamente algo por Bukowski sería capaz de llevar a cabo tamaño trabajo. Y digo "algo" porque dejo en sus letras la expresión de un escritor que ha marcado a fuego a muchas almas... Y te estoy hablando de una época donde Facebook estaba más cerca de Gran Hermano que de otra cosa... Bueno, eso puede que no haya cambiado hoy... en fin. N.d,r.)
Maculat —Un periodista retirado de cultura internacional, en Argentina, me dijo que sólo se apenaba de no haber insistido en conseguir una entrevista con Bukowski, porque la ferocidad de sus poemas lo mantenían vivo y con esperanza en este campo... ¿Qué opinión te merece?
Sergi Puertas — Bukowski fue el tipo que hace casi treinta años vino a explicarle al chaval que era yo por aquel entonces que no estaba loco, que lo que sucedía en realidad es que todo cuanto le habían enseñado sobre el trabajo, sobre la gente, sobre la familia y en definitiva sobre la vida era desinformación en estado puro, todo putas mentiras. Lo mismo decían el punk y los beatniks y los cómics underground y otros novelistas a los que leí por aquella época, pero nadie de forma tan contundente ni tan convincente, ni con tanta lucidez, ni con tanta poética. Bukowski es para mí un escritor fuera de serie, pero sobre todo un lúcido, un filósofo, un sabio. En un mundo ideal figuraría en el listado de lecturas recomendadas de las escuelas porque su discurso nunca perderá vigencia, pero el mundo ya sabemos cómo funciona porque Bukowski nos lo contó. Ya no le menciono mucho ni pienso demasiado en él porque ha llovido muchísimo y desde entonces me han interesado otras mil cosas, pero yo con Bukowski tengo una deuda enorme, Bukowski es un monstruo y en cierto modo fue mi tutor.
Maculat —No sé por qué más de una vez te imaginaba leyendo a Michel Houellebecq, ¿puede ser? Si es no, la pregunta la omitimos, y si es sí, ¿cuál es tu opinión acerca de este francés?
Sergi Puertas — De Houellebecq sólo he leído Ampliación del campo de batalla, Sumisión y Plataforma, así que tampoco puede decir que sea superfan, pero Houellebecq está muy bien, Houellebecq mola. Los tres me parecieron libros interesantes y siento simpatía tanto por la obra como por el personaje, así que cualquier día me pongo con otro.
Maculat —¿Cómo andás con la poesía? ¿Algo que vea la luz pronto?
Sergi Puertas — Hace literalmente décadas que no la escribo motu proprio, y las últimas veces que me pidieron poemas para antologías no me sentí demasiado cómodo con el formato, fue todo como muy poco espontáneo. Quién sabe si algún día volverá a darme por ahí, pero ahora mismo no me veo.
Maculat —El relato de “Crónica sentimental de la persona drogada” (Publicado en la web La Charca literaria) me dejó pensando en cómo las redes nos han jodido, a algunos, en una medida casi similar a lo que nos ha beneficiado... lo digo, por ejemplo, por la libertad de poner un blog y colgar lo que quieras y compartirlo... y por haber alienado al cuadrado a gente que ya venía medio jodida de fábrica...
Sergi Puertas — Mira, yo cada año me largo de España durante un mes y medio y durante ese período desconecto completamente de internet y noto cómo mi mente se ensancha y todo gana en claridad. Devoro libros como cuando tenía quince años, los pensamientos y las ideas fluyen de manera bárbara, todo cobra un aire distinto, gana en intensidad. Luego regreso a Barcelona, me precipito hacia el ordenador y es como si todo se empantanara y se ralentizara y se emporcara. Toda esa actualidad te jode viva la mente, es una sensación casi física, y te aseguro que no es porque las vacaciones hayan terminado, porque a menudo el trabajo no llega hasta semanas después. Algo clave pasa ahí y es algo que no me gusta. Conectarse se ha convertido en una obligación por temas laborales y sociales, pero lo dramático es que estoy seguro de que aunque no fuera así seguiría pasando demasiado tiempo en la red, seguiría tirando mil horas a la basura. El hábito está afianzado a nivel hardware, incluso mientras estoy desconectado y triscando feliz por algún rincón de Asia hay una parte de mí que se muere de ganas de volver a revolcarse en la mierda, que ve una conexión wifi y saliva como un perro. Mi salud mental y mi vida empeoran objetivamente cada vez que me someto a internet, pero sigo mordiendo el cebo, sigo atrapado en el bucle. Yo veo ahí un cuadro patológico como una catedral y eso que nunca he tenido Smartphone, eso que me basta con salir a la calle para liberarme de la peste. Porque en la calle es donde ves cómo se nos ha ido todo de las manos, con toda esa gente con la mirada fija en la pantallita mientras espera en el semáforo. Claro que internet nos da mucho, claro que internet es una invento maravilloso. Pero de eso ya habla todo el mundo, yo quiero hablar de lo otro. Yo siempre quiero hablar de lo otro, a mí lo de siempre me pone enfermo.
Maculat —Última: ¿Quién es Sergi Puertas?
Sergi Puertas — Eso quisiera saber yo, porque a eso vinimos ¿no? Qué sé yo, sigo juntando piezas pero conclusiones las justas.
Texto por Sebas Abdala
—A la hora de la producción de esta entrevista, surfeando en internet, he encontrado tantos trabajos dispersos acerca de este hombre, entrevistas, poemas, relatos, audios... por eso, cada vez que aparece su nombre, podés acceder a distintos sitios donde hay trabajos suyos (espero que él sepa que están ahí)—
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