Apuntes etéricos de Únderground y metal en Andalucía: HeartLess+Ebola dp en concierto

Estábamos en plena curva de una montaña, se veía el
mar azul, todavía, con el sol, violento y rosado, desapareciendo, cesando de iluminar este lado del mundo, cuando nos enteramos que Malcom Young había muerto. 18 de noviembre, casualmente aniversario de la muerte de mi madre, por eso esta crónica va dedicada a ellos y a todos los que no dejan de luchar por lo que buscan. Aunque se lo pongan muy difícil.

Otra vez, como una rata en la bodega, me subí a la furgoneta de Ebola dp y pusimos rumbo a El Ejido, en Almería. Iba como cronista pero no para "Colas de Rata" (El otro tugurio donde deposito letras), tampoco para Maculaturas, iba, en verdad, porque un viaje de 800 kilómetros con gente que se la juega por lo que le gusta, suele ponerte las ideas en orden. Además era el último concierto del año con Khrom Tour, junto a la gente de HeartLess, y no me lo quería perder.


Abrió el grupo de Almería  HeartLess, quienes presentaba EP: “Oni”. La banda, conformada en 2016, es de esas que suena como si se conocieran hace años y tuvieran más tablas encima. Se nota que la vocalista es la encargada de las letras porque, además de cantar, interpreta con furiosa intensidad cada canción con un melódico bien entonado, correcto y un suave toque de podredumbre, lo cual da paso a un gutural muy bien trabajado. Y lo mejor es que, además de ser imponente, se complementa con la banda y llena un set intenso, veloz y entretenido. La rítmica es buena, pareja y furiosa, la batería tuvo un par de problemas con el bombo, pero creo que han compensado algunos fallos con una actitud digna del únder y la brutalidad que uno quiere ver en un concierto de este tipo. Me contaban que van a meterse a grabar disco a comienzos del año que está llegando, espero que siga en la línea del EP: bruto y poderoso. Se nota el trabajo y que tienen un concepto claro de lo que quieren hacer, eso lo llevan al directo con una buena performance que a todos nos ha gustado.

Hablando de bestias y discos, estuvieron vocalista y bajista de Onomasy, (de quien ya les hablamos aquí cuando estrenaron su video "The Maze of unhapiness") , y estuvimos hablando un rato: me dejaron la noticia de que ya están trabajando, a buena velocidad, en el sucesor de “Ashes and Dust”.

Entonces, como digo siempre, ocurrió lo de Ebola dp. Esta vez presentando nuevo bajista que ya se mueve como uno más de la banda. El pibe es joven, rápido y con una concepción del sonido que se acopla perfectamente a la demolición habitual del grupo, como si no le hubiera costado ir a la par de la contundencia de un grupo que, donde llega, tiende a romper molduras y reventar los cerebros de las personas. A eso le agrega más velocidad en el escenario, sintiendo la
música, escupiendo las notas junto con los guitarras, y soportando la velocidad del baterista.
Sigo a Ebola dp desde la presentación de Khrom, allá por octubre de 2016, y, la verdad, esta vez me ha dejado perplejo. Sobre todo porque, cuando el día parecía que iba de mal en peor, cuando las condiciones técnicas no eran siquiera para una banda “normal” de rock, decidieron recurrir a lo que son en esencia: un grupo de tipos que saben qué son, y cómo conseguirlo sobre el escenario. Siempre digo que me gusta ponerme en perspectiva, viendo al público, porque luego del intro, cuando comienzan los primeros acordes de la canción "Virus", las caras cambian, creo, sinceramente, porque  la alteración química del cerebro de quienes los escuchan por primera vez en directo y no están preparados, despierta ciertos temores de vidas pasadas, cuando uno sentía el cielo tronando y se quedaba estático viendo un volcán devorarse todo a su paso. En serio, había gente que estaba saliendo y se dieron vuelta y se quedaron hasta el final de toda la presentación. Por este tipo de cosas me cruzo la mitad de Andalucía, por este tipo de cosas veo, y percibo que, aunque te pongan todo muy en contra, cuando hacés algo porque te gusta de verdad, sólo te queda derribar muros y ponerte en pie. La ficha técnica se resume, en total, a que el vocalista, con el pecho tomado, fue la cabeza de lanza que abrió y manejó a la gente. Detrás “Las Mantis Religiosas”: guitarra, bajo, guitarra, machacando, llevando al directo el sonido de Khrom tal y como lo han concebido, sacudiendo cabezas y cuerpos e instrumentos con cada cambio de ritmo. Y el baterista, sin retorno claro, tocando con intuición y dando el toque final a lo que estaba ocurriendo: devastación y crudeza.

En resumen, cuando todo pintaba como otra película triste de dejadez, desidia y ciertos eventos desafortunados de una industria llena de aprovechados, el metal de verdad se presentó más únder que nunca y dejó que una ciudad fuera partida por las garras de dos bandas que lo dieron todo cuando se subieron al escenario.
Al otro día, de vuelta, se jodió la camioneta a mitad de camino, y cosas de grúas, remolques y lobos esteparios que te comen las tripas por no desangrarte a 100 kilómetros de tu casa pero, esa, es otra historia.

PD: Gracias al Ruso, porque sin su producción estas letras no estarían ahora acá

Texto por Sebas Abdala
Fotos por Mónica Dämmerung












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