Sparzanza en Sevilla, crónica de un concierto. Con Dugo y Hábitat

Llevamos bastante tiempo fuera de las redes porque, como decimos siempre, mejor esperar y tener algo bueno que escribir que rellenar el espacio con cosas que no nos representan. En fin, que hace un par de noches abrimos el correo y recibimos la invitación de la gente de Sacramento Records, que nos contaba que había organizado una fecha brutal en pleno centro de Sevilla. Trajeron a la legendaria banda sueca Sparzanza, y como previa abrían Dugo y Habitat.
Allí nos fuimos, esquivando charcos, siendo vapuleados por el viento.

La organización estuvo a la altura de una noche que pintaba muy Metal en la Sala Malandar. Estuvimos escuchando atentamente la prueba de sonido de los tres grupos y nos quedamos con un buen sabor de boca por la voluntad de los técnicos de sonido en una sala que (creemos) no es la más adecuada para escuchar Metal.

La noche era fría y, para intentar subir un poco la temperatura subieron a escena los muchachos de Dugo, en hora, con un Set acotado a 30 minutos. Arrancaron la noche, tal vez, algo faltos de timmig, con algunos fallos en el sonido y cierta intermitencia que saturaba, comenzaron a mostrar las canciones de su primer trabajo Gotas de Brea. La primera vez pude verlos en el Inferno Sur de mayo de 2017, donde presentaron su trabajo y, de nuevo, me ocurrió que me quedé con la sensación de que faltaba algo más, las composiciones son buenas, pero no termina de bajar un mensaje y, es una pena, porque se los entiende, no desperdician el espacio entre nota y nota. La base rítmica hace de buen punto de apoyo aunque a veces se hizo un poco reiterativo. Como broche, llegando al final, contaron con la participación del vocalista de Mordida ayudando a levantar los decibelios de la noche. Fue un bolo que estuvo correcto y lineal.

Luego sube Hábitat, que sigue sumando kilómetros para tocar las canciones de su primer trabajo "En algún lugar". Voy a remarcar brevemente algunas cosas de esta actuación. Primero que (ya me ha pasado) varios músicos, al ver el estilo del baterista, piensan en Mike Bordin (Faith no More) lo cual hace que uno preste particular atención en su trabajo ordenado y contundente. Justamente esta "extraña forma" hace que se note un pilar constante de evolución de esta banda Sevillana. Le pasa a la gente que los oye por primera vez, se empiezan a mover sin darse cuenta, como siguiendo el ritmo de un sonido efectivo y, más que poderoso, creativo. Para enmarcar la actuación del vocalista que salió decidido a comerse el escenario: así lo hizo para vomitar unos buenos gritos que ponen a la banda en carrera de ser altamente recomendada tanto en directo como en estudio. Las guitarras atacando por los flancos, dejando una estela de sonidos que reverberan en las notas que ajusta el bajo, cerraron una noche de 10 para el grupo; aun sin un retorno adecuado en el escenario, dejaron al público con los colmillos fuera para que Sparzanza terminara el trabajo. Y, sin dudas, así lo hicieron.

Pude hablar, antes del bolo, con el bajista de la banda un rato largo acerca de su visita a España, algo que esperaban por la implicación de la gente y la pasión que veían en sus presentaciones, me decía que eso los contagiaba y era un retroalimentación funcional tocando para 100 personas en España sentía mucho más que para 700 en Suecia. Aunque no estaban del todo cómodos con algunas condiciones técnicas de la sala, en cuanto salieron a escena nada parecía interferir en su actuación. Con más de 20 años a cuestas, siendo una banda legendaria ya, han pasado como una secuela del mismo viento que nos azota en estos días invernales. El sonido que desplegaron habla de una contundencia que termina de llenar una sala que echó un poco de menos más personas que pudieran ver este espectáculo. La mezcla perfecta entre profesionalidad y un grupo de colegas que se juntan a hacer rock es un sello faltante en una época donde sobran grupos que imitan y faltan propuestas originales. El vocalista tiene muy claro lo que puede hacer con su garganta y maneja al público con la mirada. Las dos guitarras son columnas fundamentales en un sonido, repito, clásico a esta altura ya, que mezcla cierta esencia stonner con el metal alternativo que hemos vivido desde mediados de los 90. Fue una hora y media de concierto, sin pausas ni firuletes aburridos, que se han pasado volando. El despliegue y el sonido, la fría mirada vikinga en cada canción, ha hecho que la gente no deje de saltar en ningún momento y se haya ido a casa más que contenta con una presentación memorable...

Hace escaso meses Sacramento Records también trajo a Sevilla a un grupo mítico y de altísima calidad: Mamooth Mamooth, lo cual fue de lo mejor de ese mes. Esta vez lo hicieron con Sparzanza, dejando esperanzas de que todavía a alguien le importa el rock de verdad y mueve hilos para que uno, un jueves frío, haya disfrutado de un directo increíble de esos que no se olvidan.

La pregunta es: ¿Vos dónde estabas?


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