Inconexiones Vol.VII * domingo de no pelos

debería estar prohibido escribir en domingos, responder correspondencia, poner al tanto a alguien de tu vida...

debería ser otro día, con menos tiempo porque, claro, al tener tiempo, todo se paraliza en ese punto que parece no dejar de latir, ni hacerse rayo, ni hacer que de verdad pueda sincerarme conmigo y escucharme (leerme) contar lo que realmente me ocurre...

debería no escribir los domingos, no debería abrir las casillas de correo para no encontrar nada nuevo, nada que me haga latir en esa angustiosa sensación de estar en deuda con medio mundo que ha preguntado "¿¿dónde estás??"

no debería escribir en domingo... porque la semántica se me pone a contra mano y las mayúsculas me hacen un ruido extraño y despreciable al escuchar en cuartos ajenos el leve golpeteo de las teclas que siguen siendo mi única compañía...

debería estar prohibido escribir en domingos... responder correspondencia, peinarme las puntas, perfumar mis secretos... intentar encontrar en ese fondo intermitente de un vaso, tus ojos alegres y tan bonitos y felices... felices; como hace tanto no veo...

debería estar prohibido escribir en domingos... pero como no me escucho cuando leo, y no me escribo cuando recito, prefiero colgar estas letras, escrutando ese navajazo que casi me arranca todo... y me deja sin escribir ni lunes, ni martes, ni domingos, ni sus muertos...


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